"MEMORIAS
DEL CHAMAMÉ" Director Productor de Radio: Jorge Antonio
Staropoli ( En Homenaje, en Aniversario de su Nacimiento, 01 de Abril
de 1919, en Rosario, Provincia de Santa Fé ) El bandoneonista
Damasio Esquivel, reconocido como uno de los patriarcas del chamamé,
falleció, a los 85 años, a causa de un paro cardíaco, tras
permanecer 34 días internado en la clínica porteña Bazterrica. Los
restos del folklorista rosarino fueron velados en Tres Arroyos 1510,
hasta las 16, cuando serán trasladados al Panteón de Sadaic del
cementerio de la Chacarita para ser inhumados.
A
lo largo de 73 años de carrera, Esquivel compuso obras vitales del
chamamé, entre la que se cuentan "Alma guaraní", "Barrio
Sajonia", "El gaucho Gramilla", "Mi cantar",
"El Aguará Guazú", "Los colonos", "Un
corazón" y "Amor y quebracho", que registró en 40
discos de pasta, 31 de vinilo y 1 CD, "El patriarca", (de
1998). La historia profesional del legendario bandoneonista comenzó
en 1931, cuando pisó por primera vez un estudio de grabación. Fue
con el conjunto de José Asunción Flores. "Tenía apenas 12
años", solía recordar el intérprete y compositor.
La
música fue algo inevitable para Damasio. Su padre fue primera
guitarra de Asunción Flores y su hermana Haydée tocaba el bandoneón
en una orquesta de señoritas. "Nunca pensé en hacer otra cosa
que no fuera música", aseguraba Esquivel en una nota.
Esquivel
nació en 1919, en Rosario, pero en la década del 30 se mudó con su
familia a La Boca. Sus estudios musicales y la necesidad de trabajar
lo acercaron a estilos como el tango. Pero en esos años, en La Boca
se reunió una camada de artistas del Litoral. Entre ellos, Tránsito
Cocomarola y Ernesto Montiel, que se transformaron en sus maestros.
En ese barrio también se editaba la revista Iberá, que difundía la
cultura de la región mesopotámica.
Contagiado
por la intensidad de la música litoraleña, el bandoneonista realizó
giras y grabó cerca de doscientos temas, hasta que se consolidó
como líder de un conjunto propio que llegó a reunir 18 integrantes.
Su labor como intérprete es lo que más sobresale de su carrera.
Pero su obra como compositor es significativa. En 2000 el
bandoneonista, conocido como "el coloso del chamamé", fue
distinguido en reconocimiento a su trayectoria y a su íntima
relación con el canto y la cultura del Litoral en el Festival
Nacional del Chamamé (en la ciudad entrerriana de Federal), la
fiesta más importante que se realiza el país de este género
musical. Los últimos meses del artista transcurrieron a la espera de
ser llamado para actuar. Una de sus últimas presentaciones fue
durante septiembre de 2003, en la Feria de Mataderos, en Capital
Federal.
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