Guillermo Juan Velarde Mors - Pajarito Velarde
A pesar de su abierta y declarada bohemia, Guillermo Juan Velarde Mors siempre contó con el afecto y el apoyo de sus hermanos, especialmente de las mujeres, logrando con formar una especie de clan muy unido y solidario. Es a partir de entonces que comienza a ser conocido como Pajarito Velarde a secas, apodo ganado por su figura espigada y también por su inquieta personalidad.
Nació en Cerrillos el 8 de diciembre de 1895. Fueron sus padres don Juan Emeterio Velarde y doña Matilde Mors. Fue el segundo de siete hijos de este matrimonio que vivía en la sala de la Chacrilla de los Velarde, casona que aún se conserva en el pueblo de Cerrillos. Si bien su familia era de clase alta, las normas de su hogar fueron austeras y respetuosas del cumplimiento del deber.
Al concluir sus estudios de Bachiller, su familia envió a Pajarito a la ciudad de Buenos Aires para que continuara sus estudios universitarios, tal como ocurría con los hijos de las familias tradicionales de la época. Ya en la gran ciudad, vivió en la casa de su tía materna, doña María Mors de Ibáñez. Primero se inscribió en la carrera de Abogacía, estudios que tiempo después cambió por Odontología. Los años fueron pasado y cuando estaba haciendo los trámites para ingresar a la Facultad de Medicina de Córdoba, en 1922, fue anoticiado del fallecimiento de su padre en Cerrillos. Al quedarse sin el apoyo económico que le prodigaba don Juan, se vio obligado a regresar a Salta trajinando bajo el brazo un diploma de Campeón de Tango, en lugar de portar el título universitario prometido a su padre.
Pero como no se podía vivir solo de la bohemia se emplea en trabajos dispares, como profesor de tango o periodista de El Intransigente. Cuando Pajarito cumplió treinta años ingresó al Banco de la Provincia de Salta y se jubiló como Secretario General de la institución. Además, fue un destacado deportista en tenis y pelotari, logrando varios títulos en torneos locales. Fue además, dirigente de los clubes que propiciaban el tenis, el basquet y el atletismo.
Por los años ‘30 alquiló la casa conocida más tarde como “Pueyrredón 106” (esquina España) y que con el paso de los años se convirtió en centro y cuna de la bohemia salteña. Su casa se hizo famosa, tanto en el país como en el extranjero, por lo que fue visitado por grandes celebridades del mundo artístico.
Esa antigua casa del siglo XVIII la frecuentaban figuras de la talla de Juan Carlos, Jaime y Arturo Dávalos, Manuel J. Castilla, José Juan Botelli, José Ríos, Eduardo Falú, Ariel César Fermín Perdiguero, Julio Espinoza, Raúl Aráoz Anzoátegui, Antonio y Oscar Nella Castro, Miguel Angel Pérez, Gustavo “Cuchi” Leguizamón y tantos otros. También, gracias a su desinteresado mecenazgo, desde allí se lanzaron a la fama y al triunfo Los Fronterizos y Los Cantores del Alba, grupo del que fue creador y padrino artístico.
Pajarito Velarde, murió a los 69 años en su casa, el 2 de agosto de 1965. Y como era soltero y sin hijos, sus hermanos abrieron un juicio sucesorio que solamente duró nueve meses, al termino del cual, el inmueble de Pueyrredón 106, fue adquirido con todas sus pertenencias por el exgobernador Roberto Romero para legarla como Casa Museo de Salta, desde el 22 de abril de 1966.
Nació en Cerrillos el 8 de diciembre de 1895. Fueron sus padres don Juan Emeterio Velarde y doña Matilde Mors. Fue el segundo de siete hijos de este matrimonio que vivía en la sala de la Chacrilla de los Velarde, casona que aún se conserva en el pueblo de Cerrillos. Si bien su familia era de clase alta, las normas de su hogar fueron austeras y respetuosas del cumplimiento del deber.
Al concluir sus estudios de Bachiller, su familia envió a Pajarito a la ciudad de Buenos Aires para que continuara sus estudios universitarios, tal como ocurría con los hijos de las familias tradicionales de la época. Ya en la gran ciudad, vivió en la casa de su tía materna, doña María Mors de Ibáñez. Primero se inscribió en la carrera de Abogacía, estudios que tiempo después cambió por Odontología. Los años fueron pasado y cuando estaba haciendo los trámites para ingresar a la Facultad de Medicina de Córdoba, en 1922, fue anoticiado del fallecimiento de su padre en Cerrillos. Al quedarse sin el apoyo económico que le prodigaba don Juan, se vio obligado a regresar a Salta trajinando bajo el brazo un diploma de Campeón de Tango, en lugar de portar el título universitario prometido a su padre.
Pero como no se podía vivir solo de la bohemia se emplea en trabajos dispares, como profesor de tango o periodista de El Intransigente. Cuando Pajarito cumplió treinta años ingresó al Banco de la Provincia de Salta y se jubiló como Secretario General de la institución. Además, fue un destacado deportista en tenis y pelotari, logrando varios títulos en torneos locales. Fue además, dirigente de los clubes que propiciaban el tenis, el basquet y el atletismo.
Por los años ‘30 alquiló la casa conocida más tarde como “Pueyrredón 106” (esquina España) y que con el paso de los años se convirtió en centro y cuna de la bohemia salteña. Su casa se hizo famosa, tanto en el país como en el extranjero, por lo que fue visitado por grandes celebridades del mundo artístico.
Esa antigua casa del siglo XVIII la frecuentaban figuras de la talla de Juan Carlos, Jaime y Arturo Dávalos, Manuel J. Castilla, José Juan Botelli, José Ríos, Eduardo Falú, Ariel César Fermín Perdiguero, Julio Espinoza, Raúl Aráoz Anzoátegui, Antonio y Oscar Nella Castro, Miguel Angel Pérez, Gustavo “Cuchi” Leguizamón y tantos otros. También, gracias a su desinteresado mecenazgo, desde allí se lanzaron a la fama y al triunfo Los Fronterizos y Los Cantores del Alba, grupo del que fue creador y padrino artístico.
Pajarito Velarde, murió a los 69 años en su casa, el 2 de agosto de 1965. Y como era soltero y sin hijos, sus hermanos abrieron un juicio sucesorio que solamente duró nueve meses, al termino del cual, el inmueble de Pueyrredón 106, fue adquirido con todas sus pertenencias por el exgobernador Roberto Romero para legarla como Casa Museo de Salta, desde el 22 de abril de 1966.
Carlos Salas |
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